25 febrero 2022

2021-2022: DE MOMENTO, ¡COMENZAMOS!

Comenzamos la nueva edición con bastante incertidumbre: ¿cuánta sería la asistencia?, ¿un grupo?, ¿dos?... No sabíamos muy bien cómo afrontarla, ya se comenzaban a escuchar comentarios sobre una nueva ola, se imponía la prudencia y muchas personas no pensaban -de momento-, en incorporarse. Por esta razón, decidimos unir los dos clubes y los que asistieran tendrían una lectura, y los que no, otra.
Tres han sido los títulos (bueno, casi tres) leídos en el primer trimestre, aunque no siempre al unísono.

El primero fue "Riña de gatos" de Eduardo Mendoza, una novela que tiene como protagonista a un tasador de arte inglés, Anthony Whitelands, que llega a Madrid en un momento de gran convulsión en España (Marzo de 1936), para tasar una colección de arte propiedad de Duque de la Igualada.
Sin llegar a se una comedia de intriga y enredo, la novela nos ofrece muchas pinceladas del absurdo mendociano, hasta recordar casi el esperpento. Y es que los hilos de las cuatro intrigas que la componen, están muy bien entretejidos: por una lado tenemos la que se desarrolla en el seno de la familia del Duque, empeñado en que su familia no conozca sus planes. Por otro, una intriga amorosa entre el protagonista y la hija del Duque. En tercer lugar está el misterio sobre el supuesto cuadro de Velázquez (que el autor aprovecha para hacer un interesante repaso de parte de la obra del pintor).Y por último, y como telón de fondo, una intriga política en plena Segunda República, en la que se ven involucrados el gobierno español, el británico, la Falange, un enviado soviético... toda una riña de gatos.
Mendoza compone una novela con un estilo magnífico, de fácil lectura, divertida, instructiva desde el punto de vista artístico, documentada (aunque se permite ciertas licencias en el plano histórico que le permiten introducir en la historia personajes reales como José Antonio Primo de Rivera, Manuel Azaña, o Alcalá  Zamora). En definitiva, una novela que en nuestra Club nos ha parecido de obligada lectura.


Continuamos con "Los detectives salvajes" de Roberto Bolaño; bueno, lo de que "continuamos" es un modo de hablar... En realidad la comenzamos todos, pero la lectura fue abandonada casi por unanimidad tras leer una tercera parte, y únicamente cuatro personas la completaron. Es la primera vez que ocurre algo así en nuestro Club... ¿Cómo es posible que una novela considerada una obra magistral provoque una espantada casi general? ¿el universo poético literario en que se desenvuelve nos resultó desconocido, ¿nos abrumó la ingente cantidad de narradores?, ¿su lectura no se nos presentó como el desafío que es para el lector?. Sólo la terminamos cuatro personas, y las cuatro pensamos que es una obra que es posible que sea de "obligada lectura", pero "obligar" no siempre es bueno...


Terminamos el trimestre con "La hija del coronel" de Martín Casariego, una lectura que frente a la anterior, resultó sencillísima, casi previsible: una relación presuntamente amorosa entre un recluta y la hija de un alto mando, que tiene como telón de fondo la vida en un cuartel militar (camaradería, envidia, violencia, etc.,). Muchos personajes que aparecen y desaparecen, aunque ni mucho menos es una novela coral, en la que al final todo queda en una historia de seducción entre una chica inexperta de cierta clase social y un muchacho pobre inexperto, con un final -¿o principio?- trágico.

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