30 noviembre 2019

INMERSOS EN LA EDICIÓN 2019-20


Comienzo de edición con cambios: afortunadamente el número de participación en nuestro Club de Lectura ha ido paulatinamente en aumento, y este año nos hemos visto obligados a dividir, de manera que ya tenemos DOS Clubes a los que hemos denominado -en un arranque sencillo, a la par que elegante-, El Club de las 4 y El Club de las 5.
Esto significa que tendremos cada vez dos lecturas entre manos, aunque luego rotarán, no siempre al mismo ritmo, y -en definitiva- los dos grupos manejaremos los mismos títulos. 
De momento hemos comenzado con "La carne" de Rosa Montero en El Club de las 4, y "La estrategia del agua" de Lorenzo Silva en El Club de las 5.
Nuestros comentarios, por tanto, serán el resultado -a nivel general, como siempre-, una amalgama de los dos grupos.
"La carne" ya ha pasado por los dos con una opinión general muy positiva: el estilo de Rosa Montero resulta muy ágil de leer, muy conciso y lleno de contenidos y sugerencias a la vez,  en torno a una idea de fondo: la necesidad de amar y -sobre todo- la de ser amado. Pero también es una novela de suspense, o al menos en nosotros lo ha suscitado. No es un suspense concebido en el sentido tradicional del género, pero sí lo es porque la autora (sabia, dirigiéndonos hasta donde quiere) nos pone delante unos personajes bastante contradictorios con los que capta nuestra expectación: ¿hasta donde llegara la más que madura Soledad en su carrera tras la carne de un gigoló?... Y luego hay otras historias, muchas e interesantes historias de personajes reales y ficticios que darán forma a la Exposición en la que la protagonista, esa mujer madura y atractiva, está trabajando. ¿No lo habíamos dicho? Soledad es Comisaria de Exposiciones...  Interesante, ¿verdad?. Hay que leerlo. Nuestros Clubes lo recomiendan.
Y en cuanto a Lorenzo Silva...,  es un autor clásico y recurrente en nuestros Clubes. ¿Por qué?. Pues por asequible, cercano y MAGNÍFICO escritor. Sabe lo que hace, hace lo que quiere, y nosotros nos dejamos hacer confiados de su creación...
No es la primera vez -ahora con "La estrategia del agua"- que Bevilacqua y Chamorro irrumpen en nuestras vidas (es lo que tiene pertenecer a un Club de Lectura: conoces a mucha gente), y por segunda vez y en orden desordenado,  han irrumpido entre nosotros para incitarnos a saber, para removernos a pensar, para plantearnos por dónde seguir el camino acertado... ¿Es todo tan sencillo como acusar? ¿Dónde está la verdad? ¿Quién es la víctima?...
Nosotros disfrutamos leyendo, compartimos leyendo, esperamos incitar a leer. Lorenzo Silva y su saga de Bevilacqua son una buena opción. Nosotros, cuando formábamos un Club pequeño, nos acercamos a él., y ahora, que somos algo más que entonces, hemos vuelto a hacerlo, y esto ha servido para saber más sobre su autor y sus personajes, y para querer conocer más de sus vidas... ¿Qué más podemos querer...? Pues sí: que vosotros, al leer esto que es casi como no decir nada, pero incita a mucho, queráis también saber, conocer, y compartir lo que leáis, aprendáis, y opinéis con nosotros. Si nos leéis, ¿para qué vamos a deciros más que no podáis descubrir por vosotros mismos?
Os pasamos el testigo.
Lorenzo: estamos esperando tu respuesta.



12 septiembre 2019

RECAPITULACIÓN DE LA EDICIÓN 2018-2019



Lo primero, disculparnos: esta edición se nos ha pasado en un relámpago y apenas hemos tenido tiempo de dejar reflejadas las reseñas de las lecturas. No vamos a entrar una vez más en justificaciones relativas al exceso de  trabajo, y  sí vamos  a intentar hacer un pequeño resumen de nuestra actividad. Esperamos llevarlo mejor en la edición que ya se avecina.

Comenzamos el año con "Nubosidad variable" de Carmen Martín-Gaite, una historia que parte del reencuentro de dos amigas de la infancia y cuya relación se desarrollará a través de la escritura (una en forma de cartas, la otra de diario), para contarse lo que les ha ido sucediendo en sus vidas, el desencanto de que no hayan sido como esperaban. Gracias a este reencuentro recuperarán su antigua y verdadera amistad; gracias a las palabras y la fantasía conseguirán superar todo lo que nos les gusta de su entorno cotidiano.
El libro está escrito con una calidad literaria exquisita, contiene numerosas referencias literarias y combina con extremo cuidado los dos estilos literarios que sirven para corformar las voces de las dos protagonistas.


Después pasamos a leer "Últimas tarde con Teresa" de Juan Marsé, novela con una base que podríamos denominar de romanticismo urbano, en la que un narrador omnisciente no introduce en la Barcelona de los años cincuenta a través de los dos protagonistas: Teresa, una chica progre, idealista y burguesa, y Manolo El Pijoaparte, un jóven guapo, barriabajero y proclive a la delincuencia. A través de su relación iremos conociendo sus sentimientos, sus aspiraciones vitales, las diferencias sociales, la hipocresía burguesa... Lo más interesante quizá sea el contraste que se establece entre la clase acomodada, la que tiene el dinero y los recursos, la que puede permitirse que sus hijos sean idealistas cargados de ideología, y la clase que vive rodeada de carencias, que necesitan trabajar y no tiene tiempo para perderlo en fabulaciones políticas ni sociales.
La novela, que en su momento tuvo graves problemas de censura, nos ofrece una visión bastante acertada de la Barcelona del momento, perfila con bastante nitidez los personajes, y nos resultó de fácil lectura.


El siguiente título que nos ocupó fue "Corazón tan blanco" de Javier Marías, una de las novelas más leídas de este autor.
Lo primero, es que nos resultó una novela de estructura bastante original (en la que el espacio y el tiempo pierden su significado habitual), con un personaje principal -Juan Ranz- de profesión traductor, que nos narra su propia vida, de la que "nunca ha querido saber, pero ha sabido" , pero sin embargo, a partir de un hecho sucedido en La Habana al comienzo del libro, irá desenredando todas las circunstancias precedentes y necesarias que explican su presencia allí. Este es el eje sobre el que gira la novela: existe un pasado por conocer, hechos que sucedieron cuando él no existía, todo un mundo por descubrir..., y poco a poco irá haciéndolo, pero no de forma directa, sino como cuando ejerce de traductor, sin ser el receptor de lo que se le comunica, de manera fortuita.
Lo segundo: nos gustó enormemente la buena prosa que hace creíbles a los personajes y posibles las situaciones, compuestas a base de reflexiones y recuerdos. Muy, muy recomendable.


Finalizamos la edición con "Historia de una canalla" de Julia Navarro... ¿¿ ?? Es una pena, porque hemos debido elegir el título más atípico de esta autora tan leída y alabada. Según la opinión de parte del Club que ha leído otros títulos, no tiene nada que ver con ellos... Nos resultó, excesiva, repetitiva, poco realista... sobre todo, larga.

Además de todo esto y debido a que parte del Club (unas veces unos, otras otros y algunos siempre), hemos asistido a varios encuentros -Rosa Montero, Megan Maxwell y María Dueñas- cada persona ha leído por su cuenta algún que otro título de estas autoras para conocer algo de su obra. Quizá el que más se ha leído haya sido "Las hijas del Capitán", puesto que María Dueñas fue la autora elegida esta año por la Asociación El Libro de los Clubes (de la que formamos parte), para el Encuentro de Clubes de Lectura de la provincia de Toledo, al que más personas del Club asistimos y que varios compramos para poder llevarlo firmado, pero los comentarios ya quedaron en espera de comienzo de la edición 2019-20, que ya está a la vuelta de la esquina.

14 enero 2019

CLUB DE LECTURA: EDICIÓN 2018/19...¡YA ERA HORA!

Vamos tarde, bueno más bien tardísimo. Ya estamos en el nuevo año y aún no hemos hecho ni un mal comentario sobre los títulos leídos, así que vamos al grano:

Comenzamos la nueva edición leyendo “Crónica del rey pasmado” de Gonzalo Torrente Ballester, una novela de corte histórico que se recrea en la historia solo lo justo y necesario, lo que la hace muy asequible para todo tipo de lectores. Destacaremos de ella sobre todo dos cosas: una, la calidad del lenguaje utilizado (¿podríamos esperar otra cosa de uno de nuestros mejores escritores del siglo XX?), lleno de matices y que diferencia de un modo muy sutil la forma de hablar de las distintas clases sociales; la otra, es la construcción del extenso muestrario de personajes que aparecen -a medio camino entre la realidad y la invención-, a los que aporta tintes irónicos, humorísticos y pícaros que pueden llevar al lector de la simple sonrisa a la abierta carcajada, algo poco común en el género histórico.
Ya sabéis que nunca desvelamos nada del contenido de nuestras lecturas (hay que leer, hay que leer...) pero os animamos a sumergiros en la corte de Felipe IV, a que conozcáis su obcecación por ver satisfecho un capricho, a saber toda la serie de discusiones morales que “ese capricho” despierta en los diferentes grupos sociales, a mezclaros en las intrigas palaciegas, en los entramados amorosos... Merece la pena.

Nuestra segunda lectura ha sido “Suite francesa” de Irène Nemirovsky, un salto de la corte borbónica española a la Francia ocupada de la II Guerra Mundial.
Esta es una novela extraordinaria escrita en condiciones excepcionales, sin la objetividad que proporcionan el tiempo y la distancia, y que fue publicada muchos años después de la muerte de la autora, tras ser encontrado el manuscrito por una de sus hijas.
“Suite francesa” es sólo parte de un proyecto mucho más ambicioso (dos partes de cinco) que la escritora no pudo terminar: en la primera parte nos muestra el París previo a la invasión alemana y los primeros bombardeos, la huida de sus moradores de la ciudad y toda la serie de escenas -grotescas, crueles, conmovedoras...- que tienen lugar en el camino. En la segunda asistimos a la convivencia a la que obliga la presencia de los invasores, los odios que despierta, los temores y
miedos, las historias de amor clandestinas...
La novela cuenta con un considerable componente autobiográfico, pero está escrita con un tono distante y realista, que nos da una visión absolutamente implacable de la sociedad francesa a la que le tocó vivir la ocupación (para saber más, ya sabéis...).

Después dimos otro de nuestros típicos giros radicales (nos gusta esto, creemos que da agilidad a nuestro Club), y afrontamos la lectura de “El abanico de seda” de Lisa See. Una novela repleta de ritos ancestrales y costumbres chinas narradas con bastante veracidad, muy amena de leer -dura en ocasiones-, que encierra más de un mensaje universal (nosotros hemos visto al menos dos): el valor de la amistad por encima de casi todas las cosas, y el sometimiento de la mujer -una vez más- dentro de la cultura y sociedad de un país en un momento no demasiado lejano.
Lejos de querer restarle importancia a esta novela, en la que el canto a la belleza de las costumbres arraigadas en una cultura, mezclada con la crueldad que encierran, llegan con gran facilidad a los lectores, no hemos podido dejar de hacernos una pregunta: ¿Ya nadie recuerda la obra de Pearl S. Buck?.

Por último y antes de despedir el año, repartimos un nuevo título para esos días tan entrañables: “Doña Perfecta” de Benito Pérez Galdós. Entre turrones, villancicos y alguna que otra campanada hemos consumido esta novela, todo un clásico ya dentro de nuestra literatura patria, que ha resultado ser todo un placer.
“Don Benito” es todo un genio en la utilización del lenguaje, en las descripciones, en la elección de los nombres, en la organización de su narración y en la composición de los personajes. Estos sin duda son importantes, pero quizás más aún lo sean las ideas que representan: la confrontación entre el irracionalismo de raíces religiosas alimentado por las clases sociales dominantes (representado magistralmente por Doña Perfecta y “sus secuaces”), frente al pensamiento moderno, racionalista, científico e ilustrado que representa su sobrino. Y en mitad de todo esto esta Remedios, la encarnación de la España que le tocó vivir Galdós, indecisa entre la modernidad y la intransigencia...
Interesante lectura, porque Doña Perfecta, protagonista rotunda de esta novela, encarna la “bondad de las intenciones” y en ella, como muy bien reflejó Manuel Hidalgo en “El cultural” del 6 de noviembre de 2012, "... en esa bondad de la intención se parapeta Doña Perfecta -y todas las doñas Perfectas y los don Perfectos- para justificar, sus intereses y sus malas artes: la maldad de sus intenciones-". 


Y tenemos nuevo título -seguimos leyendo-, pero ya os contaremos cuando hayamos terminado...
Esperamos que aguardéis con interés.
Hasta entonces.