En el último trimestre hemos
funcionado a distancia: las lecturas se han repartido, se han leído, pero la
participación ha sido muy escasa; tanto, que en ocasiones hemos anulado las
reuniones. Por eso esta reseña será breve, porque se nutre de lo poco que hemos
podido ir recogiendo en una devolución, en un cambio, en un encuentro fortuito…
Pero lo importante es que hemos seguido
leyendo y hemos consumido otros cuatro títulos, aunque no hayamos podido
comentarlos:
“Del color de la leche”, de Nell Leyshon: una lectura que ha “enamorado” a nuestro
Club por su originalidad, su belleza y su abstracción. La autora nos ofrece una historia que puede
ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, contada en primera persona
por una niña de quince años que acaba de aprender a leer con una Biblia... Una
historia corta pero intensa, que nuestro Club os recomienda encarecidamente.
“Cara de niño”, de Lourdes Ortiz: una
novela criminal en la que se habla de
asuntos que están en los periódicos todos los días. Principalmente sobre la
doble moral que -sin darnos apenas cuenta-, llegamos a aceptar como norma de
conducta social. Una novela que más que intriga, muestra todo un puzzle de
personajes que conforman un mundo lleno de contradicciones, una realidad llena
de conflictos en la que nada es lo que parece.
“El testigo invisible”, de Carmen Posadas: novela histórica que nos introduce en los días finales de la vida de
los últimos zares, siguiendo dos líneas narrativas temporales y espaciales, la
del “water baby” que convivió con los zares por esas fechas, y su visión desde
el presente, ya anciano, cuando siente la necesidad de dar a conocer los hechos
al mundo. Bien escrita y estupendamente documentada, ha sido la otra
triunfadora de este trimestre.
“El ocho”, de Katherine Neville: una mezcla de novela histórica y de aventuras que
se desarrolla en dos épocas distintas (1790 y 1973), en torno a la búsqueda de
un mítico ajedrez que perteneció a Carlomagno -el ajedrez de Montglane-, que
contiene una misteriosa fórmula ansiada por todos. Misterio, viajes, aventura,
asesinatos..., de todo tiene esta novela, una de las más leídas de todos los
tiempos. Bien narrada, con mucho ritmo y
tensión, y un nudo muy bien planteado… Por eso, no te esperas un final en el
que las “piezas” (ya que el protagonista es una ajedrez), encajen tan mal.
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