13 octubre 2021

EDICIÓN 2020-2021... EL FINAL

En el último trimestre hemos funcionado a distancia: las lecturas se han repartido, se han leído, pero la participación ha sido muy escasa; tanto, que en ocasiones hemos anulado las reuniones. Por eso esta reseña será breve, porque se nutre de lo poco que hemos podido ir recogiendo en una devolución, en un cambio, en un encuentro fortuito…  Pero lo importante es que hemos seguido leyendo y hemos consumido otros cuatro títulos, aunque no hayamos podido comentarlos:

“Del color de la leche”, de Nell Leyshon: una lectura que ha “enamorado” a nuestro Club por su originalidad, su belleza y su abstracción.  La autora nos ofrece una historia que puede ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, contada en primera persona por una niña de quince años que acaba de aprender a leer con una Biblia... Una historia corta pero intensa, que nuestro Club os recomienda encarecidamente.

“Cara de niño”, de Lourdes Ortiz: una novela criminal  en la que se habla de asuntos que están en los periódicos todos los días. Principalmente sobre la doble moral que -sin darnos apenas cuenta-, llegamos a aceptar como norma de conducta social. Una novela que más que intriga, muestra todo un puzzle de personajes que conforman un mundo lleno de contradicciones, una realidad llena de conflictos en la que nada es lo que parece.


“El testigo invisible”, de Carmen Posadas: novela histórica que nos introduce en los días finales de la vida de los últimos zares, siguiendo dos líneas narrativas temporales y espaciales, la del “water baby” que convivió con los zares por esas fechas, y su visión desde el presente, ya anciano, cuando siente la necesidad de dar a conocer los hechos al mundo. Bien escrita y estupendamente documentada, ha sido la otra triunfadora de este trimestre.

“El ocho”, de Katherine Neville: una mezcla de novela histórica y de aventuras que se desarrolla en dos épocas distintas (1790 y 1973), en torno a la búsqueda de un mítico ajedrez que perteneció a Carlomagno -el ajedrez de Montglane-, que contiene una misteriosa fórmula ansiada por todos. Misterio, viajes, aventura, asesinatos..., de todo tiene esta novela, una de las más leídas de todos los tiempos. Bien narrada,  con mucho ritmo y tensión, y un nudo muy bien planteado… Por eso, no te esperas un final en el que las “piezas” (ya que el protagonista es una ajedrez), encajen tan mal.

11 mayo 2021

SEGUIMOS LEYENDO..., CON RESTRICCIONES

Como ya adelantábamos en la última entrada, comenzamos el año con la vuelta al Nivel 3 y sin poder hacer reuniones..., hasta finales de febrero. Fue entonces cuando las retomamos aunque con una asistencia bastante reducida, lo que entendemos perfectamente, pero que al menos nos permiten comentar las lecturas de los dos grupos. Después, el momento del cambio de lectura, también facilita a quienes no asisten, expresarnos a grandes rasgos sus impresiones.                                                                                                            Comenzamos con La canción de Dorotea” de Rosa Regás, qu nos ha introducido en una historia curiosa e inquietante en torno a un personaje -Dorotea- que resulta, cuanto menos, “pertubador” para el lector. Más aún para la otra protagonista, Aurelia, la narradora y directa afectada de todos los acontecimientos que irá descubriendo. La autora, haciendo uso de un estilo depurado, de prosa sencilla y sin excesos líricos, conforma una historia en la que juega con el misterio y el suspense, en la que utiliza la angustia y el miedo como recurso narrativo, para desembocar en un final que no sabríamos definir si como críptico o abierto.

En la edición de este año ya llevamos -por “puritita” casualidad- tres Premios Planeta entre los títulos seleccionados, “La canción de Dorotea” lo fue en el 2001 y nuestra siguiente lectura, “Muerte entre poetas” de Ángela Vallvey, fue finalista en el año 2008. Ésta es una novela policíaca en torno a trece personajes, incluida una víctima y su asesino, reunidos para un Congreso literario en un cigarral de Toledo, que recuerda en todo momento las novelas de la afamada Agatha Christie, y lo cierto es, que la propia autora reconoció que pretendía rendirle un homenaje al escribirla, pero a pesar de que mantiene el interés y consigue plasmar cierto clima policial y detectivesco, no llega a compactar bien el argumento, ni alcanzar el característico ritmo dinámico de la escritora inglesa. Sí debemos destacar el variopinto racimo de personajes -atractivos y carismáticos- del mundo de las letras, que aportan una pincelada de humor y hacen más amena su lectura.               
                                                                                              
Cerramos este trimestre con “Romance de ciego”  de Ángeles de Irisarri (Premio Novela Histórica Alfonso X el Sabio 2005), una novela histórica sobre la acomodada familia Arriazu que, en la Zaragoza de finales del siglo XIX y principios del XX, vive toda una serie de cambios sociales como la llegada del ferrocarril, la luz eléctrica, el teléfono, el automóvil... Todo esto le sirve a la autora para describir una época llena de avances y cómo afectan  la vida de las distintas clases sociales que plagan la novela.                    
La adopción de una niña es el punto de partida para ir desarrollando el hilo narrativo en torno a las mujeres de la familia (señoras, criadas y demás), que son las verdaderas protagonistas, las que inciden en los acontecimientos, las que se atreven a decidir sobre su futuro..., otra cosa es que lo consigan o no.
Por unanimidad, ésta ha sido la lectura favorita de las tres en nuestros Clubes, y es cierto que la autora, ateniéndose con bastante rigor a los hechos históricos, consigue una estupenda recreación del complejo clima social, político y económico de la época, recordando en muchos momentos la narrativa contemporánea de Galdós o Clarín

Nos despedimos. Ya hemos comenzado nuevo trimestre y nuevas lecturas.

Cuando estén terminadas, volveremos.

05 febrero 2021

EDICIÓN (o intento de edición) 2020-2021

La edición pasada -interrumpida de forma abrupta- terminamos las lecturas de forma individual y con pequeños comentarios de las lectoras cuando venían a devolvernos los ejemplares. Ésta, la comenzamos con ilusión pero con ciertas limitaciones, como las hay en todas las actividades de nuestra vida en la actualidad.
Para evitar las reuniones numerosas, decidimos espaciar las reuniones cada quince días para cada Club, y dividimos cada uno en dos grupos. Así un viernes nos reuníamos con el Club de las 4 (de 16'00  17'00 y de 17'00 a 18'00 h.), y al viernes siguiente hacíamos lo mismo con el Club de las 5. Así lo hemos venido haciendo durante el primer trimestre, salvo alguna suspensión por subida de contagios en la localidad. Luego llegaron las Navidades, Doña Filomena  y la vuelta al Nivel 3... Total, que hemos repartido nuevas lecturas pero seguimos sin poder reunirnos.
De las tres lecturas programadas, dos pudimos trabajarlas en grupo, pero de un modo u otro (de manera rápida y boca a boca), algo hemos comentado de la que quedó pendiente de cada Club, y podremos reflejarlo aquí.

Comenzamos con "Trece campanadas" de Suso de Toro, una historia de suspense que va y viene entre la realidad y la fantasía, entre el mito y la leyenda. La novela "contiene varias historias, todas ellas inventadas; unas dentro de otras a modo de cajitas chinas", según palabras del propio Suso, que también describe como "un libro romántico, fuera de época, al estilo del Drácula de Bram Stoker. Tiene mucho de mito y de leyenda y habla de la muerte y de la vida"
Lo cierto es que la historia engancha  desde el principio, está bien estructurada, con varios narradores intercalados y a la que -únicamente- le hemos puesto una pega: el final resulta demasiado sencillo para la complejidad de los temas que abarca.

Otro de los títulos leídos en ambos Clubes, aun que no a la vez, fue "El huerto de mi amada" de Alfredo Bryce Echenique, novela ganadora del Premio Planeta en el año 2002, y cuyo título hace referencia a un famoso vals peruano. Su trama gira en torno a la relación entre un adolescente y una mujer que le dobla edad, lo que permite al autor mostrarnos ese tipo de amor loco, libre de prejuicios, alegre y erótico, aprovechando para describir la clase alta de la sociedad limeña -a la que ambos pertenecen-, el arribismo de las familias venidas a menos, las relaciones con la servidumbre, el racismo... Para todo esto el autor utiliza un estilo lleno de un humor sencillo e irónico,  y con un enfoque narrativo bastante original y cambiante, pues en varias ocasiones el narrador comienza a contar desde afuera y, de pronto, se hace dueño del personaje y empieza a hablar a través de él. 
Desde luego, el autor maneja con total soltura el lenguaje oral de su tierra, pero a nosotros nos ha costado acomodarnos a su lectura, sobre todo en muchos de los diálogos (que acaban convertidos en monólogos), en esas frases llenas de "dichos" y "jerga limeña" que parecen no tener fin, y en las notas surrealistas (las conversaciones del protagonista con Dios y con su abuela muerta) que -en un primer momento- nos dejaron perdidos entre lo real y lo ficticio.

Terminamos el trimestre con "El baile de la Victoria" de Antonio Skármeta, también Premio Planeta justo el año después que "El huerto de mi amada". 
Estructurada como un guión cinematográfico (cincuenta capítulos ordenados como escenografías listas para un rodaje), cada uno de ellos alcanza su clímax narrativo al final, lo que contribuye a una lectura fácil y rápida, que te deja con ganas de continuar.
La novela gira en torno a tres personajes: Santiago, un joven presidiario que ha sufrido abusos por parte del alcaide de cárcel, que abandona gracias a una amnistía, no sin antes prometer asesinarle. El cincuentón Vergara Grey, mítico delincuente beneficiado también por la amnistía, jurándose que jamás volverá a cometer delito y decidido a recuperar a su esposa. Por último Victoria, la Victoria, como gusta que la llamen, estudiante del Liceo y con sueños de ser bailarina, cuyo padre fue víctima de la dictadura de Pinochet.  Al entrar en contacto estos tres seres marginales (Santiago propone un trabajo a Vergara Grey, conoce a Victoria y ambos se enamoran) comienza a desarrollarse la trama de la novela, centrada fundamentalmente en un gran golpe contra uno de los secuaces pinochetistas (y ya, no contamos nada más...).
Muy acertada en los diálogos, la novela está escrita de una forma sencilla, como para que ningún lector se quede apartado del relato, con descripciones muy concisas e intervenciones cortas, que sólo se dilatan un poco para aportar someramente algo del pasado con lo que el lector pueda componer las pequeñas historias de los personajes principales, y también de los secundarios, algunos de ellos tan memorables como los protagonistas. Para terminar, diremos que en nuestro Club ya habíamos leído con anterioridad, en otra edición, a Skármeta ("El cartero de Neruda"), y en esta obra hemos vuelto a encontrar el optimismo con que escribe, la ternura con la que trata a sus personajes, que contagian al lector -sean cuáles sean las circunstancias de personajes y lectores- su característica alegría de vivir.

26 enero 2021

TARDE, MAL Y PEOR

Cuando redactamos la última entrada esto iba a mal, no sabíamos que a peor, pensábamos continuar con nuestro ritmo habitual -que no es muy regular, hemos de admitirlo-, pero... ¡bufff!; todo se  truncó  y  se fue desatando... Ese  nombre  que  ahora nos resulta  tan  familiar se fue acercando y nos pilló con algún libro leído, otro por comentar y otro en pleno reparto... No nos esperábamos lo que nos ha rodeado, nos pilló por sorpresa en lo que era algo habitual para nosotros: leer y compartir. Compartir en directo y de viva voz, que es lo que hemos venido haciendo  hasta  el  momento.  Sabemos  que  hay  otras opciones, pero no son lo mismo, y  nunca lo serán... ¿y qué podemos  hacer si no es contaros  nuestras impresiones sobre las lecturas que   comenzamos, que no terminamos juntos, y las que nos propusimos terminar? Como ya os hemos venido diciendo, en esta edición hemos sido dos grupos y en cada unos se hicieron las lecturas en momentos distintos, aunque nosotros os dejamos los comentarios en un orden cronológico (aproximado).

Leímos "Chocolat" de Joanne Harris, una suerte de cuento popular, oscuro y mágico alrededor de la repostería. La autora sitúa la historia en un pueblo ficticio del interior francés, un pueblo como otro cualquiera, en el que la religión (personificada en el párroco de la localidad) controla casi todo. La apertura de una chocolatería y la presencia de su dueña y su hija, revolucionará los sentidos y las vidas de muchos de su habitantes... 
Aparte de esta apariencia de fábula que exalta  la importancia de los pequeños placeres y la belleza de las cosas cotidianas,  la novela aborda muchos temas interesantes: las relaciones madre e hija, el maltrato hacia la mujer, la intolerancia social, la tiranía ejercida tras la fe y la superstición... Todo esto, junto con sus dos narradores -ambos en primera persona-, y una caracterización de los personajes bastante compleja (emocionalmente complicados, moralmente ambivalentes), hacen de "Chocolat" una delicatessen literaria, a pesar de que su final deje demasiadas líneas abiertas.

Después pasamos a "El tambor de hojalata" de Günter Grass, del que no sabemos muy bien qué decir... Somos conscientes de que se trata de una novela que se incluye en todas las listas de libros de obligada lectura, y por eso no hemos querido dejar pasar la oportunidad en nuestro Club, pero en general, a la mayoría, les ha resultado densa, difícil. Un libro de más de seiscientas páginas siempre impone (sobre todos si sólo consigues una edición de bolsillo, que en nuestro Club ya tenemos una edad, y la vista...), pero la historia -su historia- que el protagonista decide narrar cuando se encuentra recluido en un sanatorio remontándose a sus abuelos, que en un determinado momento decide dejar de crecer, que vive acompañado de un tambor con cuyos redobles destruye todo orden marcial, con tintes de obseso sexual y de criminal, una especie de conciencia del Tercer Reich..., pues sinceramente, nos ha superado. 
Hablamos mucho sobre él y lo analizamos: su estilo (del que destacamos su anticipación al realismo mágico), sus innumerables personajes descritos casi de forma mágica (estilísticamente hablando), sus guiños literarios (Cervantes, Shakespeare, Goethe y Dostoiveski)... En fin, que lo hemos trabajado, pero no lo hemos disfrutado, lo que nos ha llevado a una conclusión: notamos una falta de comunicación autor-lector, quizá por que nosotros no hayamos estado a la altura. 
Siempre tendremos una segunda oportunidad, aunque sea de forma individual.

Ya solo nos queda comentar "Llámame Brooklyn" de Eduardo Lago, una hermosa historia sobre el amor, la amistad, el misterio y la pasión por la literatura: el protagonista debe reconstruir la novela de un amigo fallecido, imponiéndose esta tarea pese a ser consciente de que el único destinatario que le importaba a su autor es una mujer.
El autor utiliza de forma magistral un juego metaliterario (reflexión especulativa sobre la naturaleza y la forma literaria), que se completa con un retroceso a la infancia del amigo muerto a través de los recuerdos de otro amigo suyo, pinceladas de su relación con la mujer a la que va destinada la novela, y otras narraciones sin orden cronológico, que dan a la obra tintes de postmodernidad.
Desde luego es una obra arriesgada y no sólo para entretenerse. Para nosotros, todo un descubrimiento.

Terminó está edición sin saber cómo sería la siguiente... Como siempre vamos tarde (mea culpa), desgraciadamente ya sabemos cómo es.