16 febrero 2015

Varias sesiones en Macondo


Conocer la historia de Macondo, o volver a visitarlo en el caso de parte de nuestro Club, me parecía desde el principio de nuestra andadura como algo obligado; sin embargo, la dificultad de encontrar disponible el lote de libros en nuestra Red de Bibliotecas, no nos ha permitido leer "Cien años de soledad" hasta este año. Mejor dicho, hasta el año pasado, pues comenzamos a leerlo a finales de Noviembre-, y los últimos comentarios los hicimos nada más volver de la pausa navideña. Gabriel García Márquez nos cuenta la historia de las familias Buendía e Iguarán, que abarca, no los cien años del título, sino casi cuatrocientos, lo que nos ha proporcionado sesiones bien nutridas de opiniones,  preguntas y  dudas.

En la primera sesión les proporcioné información sobre el autor y su producción literaria, y también sobre "Cien años de soledad", incluido un árbol genealógico interpretado con imágenes de los personajes, para facilitarles la lectura. 
En un principio, a muchos les costó coger el hilo narrativo, pues la acción no se desarrolla de un modo cronológico, va dando saltos en el tiempo, proporcionando fragmentos sucedidos en distintos momentos que -al final- nos dan una visión global de la historia, pero una vez que la lectura despegó, las redes del "realismo mágico" ya habían tejido una tela en torno a la totalidad del grupo... 
A todo el mundo la novela no le ha gustado por igual, pero independientemente de esto, para mí, lo importante para nuestro Club, era conocer una obra considerada por muchos como la más importante de la literatura en lengua castellana; asombrarnos con la forma de escribir del autor -su prosa tan amena, llena de frescura y exuberancia, su creatividad inacabable-; mezclarnos con toda la flamante galería de personajes, cada cual más asombroso; acostumbrarnos a sus exageraciones, hasta llegar a considerar "normales" las situaciones más aparentemente absurdas, disfrutar leyendo, aprender hablando sobre lo que hemos leído...
A todos la lectura nos le ha gustado por igual -repito-, pero de una cosa estamos seguros: seguiremos hablando sobre "Cien años de soledad".