23 abril 2010

Inmersos en el devenir de Vetusta

Han pasado varias semanas desde nuestros últimos comentarios, pero todo este tiempo nos ha servido -como dice el título de la entrada- para sumergirnos en la vida de Vetusta.
Descansamos durante la Semana Santa, y volvimos el día 8 de abril (hemos cambiado las sesiones a los jueves, como en años anteriores) rozando la mitad de la obra, es decir 15 capítulos, lo que en orígen constituyó la primera parte, publicada en 1884.
Precisamente ésto, llamó poderosamente nuestra atención, porque la interrupción en este punto de la lectura, cuando comienza la "obsesión"  del  Magistral por Ana Ozores, y también el empeño de Mesía por conquistarla, aunque el intervalo entre la publicación de ámbas partes sólo fuera de meses, debió resultar frustante.
El día 15 de abril no tuvimos Club de Lectura en el sitio habitual, ni hablamos de "La Regenta". Éste día lo hicimos sobre "El tiempo entre costuras", ya que acudimos a un Encuentro con María Dueñas en Castillo de Bayuela, como ya os anunciamos hace algunas semanas. La experiencia para todos, resultó alunicinante: María Dueñas es una excelente conversadora, que estaba encantada de encontrarse entre tantas personas que -sabía- habían leído su libro. Nos contó todo el proceso de creación de la novela, la documentación sobre los personajes históricos, cómo surgió el personaje de Sira, etc. Por otro lado, Isabel, la bibliotecaria de Castillo de Bayuela junto con todas las personas e instituciones que la prestaron su colaboración, consiguió que todo estuviera organizado al milímetro, incluída la ambientación del escenario en el que se desarrolló el acto, que era como una auténtico taller de costura
Hoy, día 22, hemos vuelto al Club con los objetivos cumplidos y casi todo el mundo ha llegado al capítulo 20. En este punto, el compromiso con la lectura ha dejado de ser algo obligatorio y los deseos de avanzar, de saber como acabará ese "estira y afloja" que debe mantener Ana Ozores entre los deseos de su corazón y los de su espíritu, nos empujan a deslizarnos mucho más facilmente por el texto. Por otro lado, nos hemos ido acostumbrando al lenguaje rico, desciptivo y denso de Clarín, y la lectura resulta una verdadera delicia.
Tendríamos que acabar el libro con el final del mes, pero creemos que va a resultar un poco dificil...