02 febrero 2016

UNA LECTURA CON VISTAS Y OTRA A SANGRE FRÍA

Las lecturas elegidas y ya finiquitadas antes de Navidad fueron "Una habitación con vistas" de E.M. Forster y "A sangre fría" de Truman Capote. Dos lecturas diametralmente opuestas ¿verdad?, pero la dinámica del Club se basa un poco en eso: ir de un género a otro, cambiar, comparar, comentar..., y después ofrecer el impacto general que nos van causando estas lecturas, porque para las sinopsis, análisis de estilo, opiniones pormenorizdas, etc., ya hay muchos espacios dedicados en la red, de los que solemos facilitar los que nos parecen más interesantes.
A nuestro grupo le costó trabajo entrar en la historia de Forster, porque pese a representar la ruptura ante la larga y aburrida forma de argumentar de las novelas victorianas, maneja un estilo caracterizado por su concisión y fluidez, y en el que el humor es muy fino, la ironía muy sutil... Aún así, y con la perpectiva de una maravillosa Florencia ante nuestros ojos, acabamos envueltos en los ambientes, jugando con los personajes, descubriendo todos los matices que salpican esta historia que -en un pricipio- parece simplemente romántica. Porque Forster, además de presentarnos todo un juego de opuestos (el amor frente a las apariencias, la libertad frente a las barreras, los prejuicios frente a la realidad, Florencia frente a Inglaterra...), nos ofrece una critica bastante ácida contra todo aquello que obliga a los humanos a creer que la vida "hay que sufrirla": la desigualdad de clases y sexo, las convenciones sociales, la religión, la represion de la libertad, la pasión y los sentimientos... Como colofón a la lectura vimos la versión cinematográfica de James Yvory, y unánimente nos pareció que es uno de los pocos casos en el que la película esta a la misma o mayor altura que la novela... Lo cierto es que hay escenas complicadas de imaginar en el libro, por ejemplo la del baño en la charca, en la que el humor apensas si aparece, mientras que en la película se resuelve con una sencillez y comicidad estupendas.
El mismo día que vimos la película repartimos los ejemplares de "A sangre fría" para que leyéramos la primera de las partes de las cuatro en que se divide; de este modo seguiríamos en la lectura el mismo plan que Truman Capote trazó al escribirla, dividiendola en cuatro compactos capítulos, en los que se van intercalando la vida de las víctimas, del pueblo, de asesinos y las investigaciones. 
Desde luego y a pesar del título, no nos ha dejado friós... Esta novela novela de no ficción, precisamente partir de unos hechos reales, te implica, te hace reflexionar y, desde luego, incita a seguir leyendo, a querer saber qué pasó, cómo y por qué... 
Escrita con un estilo claro y conciso, estremecedor, moviéndose entre la novela y la crónica periodística, lo que la convirtió en un clasico desde el mismo momento de su publicacion, sigue siendo una lectura de plena actualidad....
En esta ocasión no complementamos la lectura con el visionado de alguna de las adaptaciones (o interpretaciones) cinematográficas; por supuesto hicimos recomendaciones: la versión de Richard Brooks de 1967, "A sangre fría (In cold blood)", si podían conseguirla, pues no la tenemos en los fondos de la Biblioteca, ó llevarse en préstamo "Capote" dirigida por Bennett Miller, e "Historia de un crímen (Infamous)", de Douglas McGrat.

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