La verdad es que es que la hora del club ha resultado escasa para los muchos comentarios que teníamos.
Todas señalan pasajes del libro que les han llamado la atención, que les han gustado especialmente, o que simplemente, no entienden bien; esto último ocurre sobre todo con algunos capítulas que son meras divagaciones científicas, pero que no interfieren para nada en el desarrollo de la historia y que, por otro lado, es normal que no entendamos.
La personalidad del protagonista les sigue llamando poderosamente la atención: cae bien, es un personaje tremendamente interesante..., pero no debemos olvidar que lo estamos viendo reflejado en un libro, no en la vida real. En la vida real, el personaje del padre -secundario en la novela, como todos los demás-, resultaría más cercano a nosotros: una persona que sufre, con una paciencia casi sin límites, preocupado siempre por un hijo con manías, que no demuestra emociones, que tal vez ni le quiera...
Despues, y en relación con lo leído durante la semana anterior, hemos estado leyendo un poco más de información sobre El caso de las hadas de Cottingley, que atrajo un poco nuestra curiosidad por lo pintoresco que resulta y para ver si era cierta la intervención en él de Sir Arthur Conan Doyle.
La tarea hasta el próximo viernes es completar la lectura del libro. Ya os contaremos.
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