Como ya adelantamos, nuestra siguiente lectura fue "La vida después" de Marta Rivera de la Cruz, una novela sobre las cosas pequeñas, de gente más o menos normal, que hace al lector ver el mundo con una mirada más perspicaz.
Escrita con un estilo sencillo, cercano y directo, de ritmo rápido, con puntos de humor y un claro enfoque optimista, una historia "... de personajes muy reales con la que el lector se va a sentir identificado...", según palabras de la autora.
Tras ésta, un cambio un tanto radical, pues abordamos "Santuario" de William Faulkner, considerada hoy en día toda una obra maestra, aunque indagando en la biografía del autor, parece ser que la escribió por una acuciante necesidad de dinero y por eso difiere un tanto del resto de su obra.
Aún así, se percibe su potente estilo narrativo característico, con el que consigue crear un clima en el que los acontecimientos llegan a altísimos niveles de violencia y degradación sexual, pero no están narrados de una manera directa, sino a base de leves pinceladas, mezclando elementos que hacen sospechar lo que ha sucedido, pero sin contarlo de un modo abierto...
Y cuando terminas su lectura, sientes cierta sensación de respeto, como la que produce realmente la visita a un santuario...
Y al salir de allí, nos metimos en "La isla bajo el mar" de Isabel Allende, una novela de fácil lectura, entretenida, con un poso romántico y falta de dureza y solidez, sobre todo teniendo en cuenta, que trata fundamentalmente sobre la esclavitud, por lo que resultó imposible no compararla con otros títulos de reciente publicación con similar temática y..., salió perdiendo.
A continuación, leímos "El club de lectura del final de tu vida", de William Schwalbe, un relato en forma de diálogo entre madre e hijo, en realidad un particular "club de lectura" en el que comparten opiniones, experiencias y reflexiones, mientras la vida de ella camina hacia su ocaso... El resultado es una historia sencilla, lineal, y muy conmovedora sobre la pérdida y -al mismo tiempo-, un homenaje a la vida y a la literatura, porque los otros grandes protagonistas son los libros.
Finalmente, y puesto que el Encuentro de Clubes de Lectura de la provincia de Toledo estaba programado con Ildefonso Falcones, y aunque nos iba a hablar sobre "Esclava de la libertad", decidimos leer en el Club "La mano de Fátima", una novela histórica como el resto de la producción del autor, en esta ocasión centrada en torno al tema de la expulsión de España de los moriscos.
La novela está escrita en su estilo habitual: "No pretendo la belleza en la sintaxis; yo intento hacer una novela para que la gente se lo pase bien leyendo y los impedimentos a través de la palabra me parecen excesivos", y lo cumple a rajatabla, consiguiendo una novela bien documentada, plagada de sucesos, viajes, luchas, intrigas y quizá... ¿un poco larga?. Al final, podemos asegurar que Ildefonso consiguió lo que se había propuesto, porque a nosotros nos resultó tan entretenida como una novela de aventuras.
¡Hasta la próxima edición!