08 marzo 2015

Una abrumadora Fiesta


La idea de invitar a nuestro Club a esta "Fiesta" fue absolutamente premeditada. Más aún tras leer esta cita: Un gran periódico londinense se ha preguntado si "La Fiesta del Chivo" de Mario Vargas Llosa es la mejor novela del siglo XX. Es posible que acierte si responde que si. Cuando Gabriel García Márquez -autor de la otra posible mejor novela- terminó de leerla, dijo algo muy significativo "esto no se le hace aun viejo como yo. No estaba, claro, enfadado. Era franca admiración". Y admiración era lo que yo perseguía despertar en nuestro Club. Bueno, admiración, sorpresa, amplitud.... En todos esto años nunca habíamos leído nada de literatura latinamericana, y -ya que lo hacíamos- opté por dos exponentes diametralmente opuestos. Estoy contento porque, a pesar de todo, el Club sabe que hemos salido ganando...
Tras el realismo mágico, entrar en un terreno absolutamente cercano a la realidad, a lo verosímil, ha sido todo un privilegio. "La Fiesta del Chivo" no es una simple novela de misterio en torno a la vida de su protagonista -la Urania que nos lleva de la mano, nos introduce en la trama, nos hace querer saber más, "implicarnos como lectores"- es un perfecto cóctel de géneros narrativos: histórico, aventuras, psicológico..., todo ello hasta lograr que lo que -suponemos- debió de pretender ser una obra de ficción anclada en la realidad, haya llegado a convertirse -sobre todo para los propios dominicanos-, en un texto básico de su historia. Y esto es así porque el autor, partiendo de unos hecho reales, que verdaderamente ocurrieron, consigue hacerlos creíbles gracias a que lo que inventa, supone y matiza, llega a ser más relevante que lo que verdaderamente ocurrió... Además Vargas Llosa adereza todo esto con su peculiar estilo: un lenguaje muy claro, casi transparente, utilizando las palabras justas para ornamentar toda la armadura interior, conformada a base de intercalar voces narrativas, personajes, épocas temporales... Nuestro Club reconoce abiertamente que -mientras lo leíamos- estábamos frente a un genio... Y un genio, detrás de otro, puede resultar abrumador. Una fiesta -la del Chivo-, también puede serlo.
Estamos contentos, pero necesitamos algo ligero... 
Seguro que lo vamos a tener... Nos seguimos leyendo.